•
SINDROME
DE CONGESTION PELVICA
El Síndrome de congestión pélvica
Las
causas del dolor pélvico crónico, pueden ser variadas,
muchas veces están relacionadas con varices en la
pelvis ó en los ovarios. El síndrome de congestión
pélvica es similar a las varices en las piernas.
En ambos casos, las válvulas venosas que normalmente
hacen que la sangre suba al corazón están debilitadas
y no funcionan bien por lo que la sangre se acumula
en la vena, causando presión y dilatación venosa,
lo que produce dolor crónico.
En la pelvis, las varices pueden afectar al útero,
los ovarios y la vulva.
Síntomas
El
síndrome de congestión pélvica, generalmente causa
dolor sordo en el abdomen inferior y en la parte
baja de la espalda. Este dolor generalmente empeora
• Después de tener relaciones sexuales
• Durante la menstruación
• Cuando la mujer está cansada o parada ( sobre
todo al final del día)
• Durante los embarazos
Otros síntomas son:
• Vejiga irritable
• Menstruación anormal
• Flujo vaginal
• Varices en la vulva, glúteo ó ingles.
Diagnóstico
Una
vez que se han descartado otras anomalías mediante
un exámen pélvico detallado, el SCP se puede diagnosticar
con la ayuda de varios procedimientos minimamente
invasivos:
Venografía
pélvica:
Se considera el método más preciso para el diagnóstico.
Para llevar a cabo este procedimiento, el radiólogo
intervencionista, inyecta un medio de contraste
radiopaco en las venas de la pelvis pudiendo así
ver…….
Resonancia
magnética (RMN) :
Es el mejor método no- invasivo para diagnosticar
el Síndrome de Congestión Pélvica
Ecografía
Pélvica:
Aunque no es el mejor medio diagnóstico del SCP,
suele utilizarse para descartar otros problemas
que podrían causar estas molestias.
Ecografía
Transvaginal:
Esta técnica se usa para poder visualizar mejor
el interior de la cavidad pelviana. Al igual que
ocurre con la ecografía pélvica, no es una técnica
específica para visualizar las venas pélvicas. No
obstante, puede usarse para excluir otros problemas.
Tratamiento
Una
vez realizado el diagnóstico, en casos sintomáticos
se recomienda hacer una embolización. Este procedimiento
minimamente invasivo consiste en introducir un pequeño
cateter en la ingle de la paciente y a través de
la vena femoral llegar hasta la vena afectada. Una
vez alcanzada la zona a tratar, se inyectan diminutas
espirales llamadas coils u otro agente esclerosantes
(el mismo material que se usa para tratar las varices
en las piernas) para ocluir la vena y así aliviar
la dolorosa presión. La paciente puede reanudar
su actividad diaria inmediatamente después del procedimiento.
|